Lo que le faltaba de prestancia le sobraba en la suela. Lo gigante era su categoría futbolística. Por eso Raúl de La Cruz Chaparro quedó grabado a fuego en el corazón del hincha de San Martín. Los que hoy peinan canas seguramente recuerdan con mucha añoranza el paso de "Chaparrito" por La Ciudadela, en las temporadas de 1978 hasta 1980.

El delantero se movía como ninguno en espacios reducidos. Además, su excelente cuota de definición le permitió traspasar la barrera de los 100 goles a lo largo de su extensa trayectoria en el fútbol argentino. Hoy, ya con 59 años encima y lejos de aquellos días de júbilo, Chaparro asumió como técnico de Sarmiento de Resistencia (Chaco), equipo que milita en el Argentino B.

En una charla a distancia con LA GACETA, el hombre se mostró emocionado. "Juro que no esperaba que allá en Tucumán se acordaran todavía de mí. San Martín fue algo significativo en mi carrera", dijo el ex atacante formoseño. "El Chapulín" como lo bautizó la parcialidad "santa", dice que los tres años que jugó en Tucumán fueron el mejor trampolín para su carrera.

"Es que ello me permitió pasar a Instituto junto a Enrique Nieto, y luego llegar a River. En ese tiempo, en San Martín había jugadores de calidad como Jacinto Eusebio Roldán y Roque Martínez. Jugar a la par de ellos fue un lujo. Integran la galería de los mejores jugadores que tuve como compañeros", contó, sin olvidarse de Omar "Pilla Pollo" Marchese. "Un verdadero león para recuperar pelotas", retrata el actual DT.

"Chaparrito" decidió decirle adiós al fútbol a los 37 años y con la camiseta de Defensores de Belgrano en el pecho, pero el llamado de LA GACETA le despertó el cariño por la provincia. Su nueva idea es sincera: "pretendo ayudar a que el club recupere el protagonismo que tuvo en otros tiempos. Seguramente muchos ya no estarán, pero la pasión del hincha se fue transmitiendo por generaciones. Siempre estaré atento a un llamado".

En medio de tantas emociones Chaparro recordó un partido en especial. "Fue un encuentro en 1979. Le ganamos 5 a 2 a Vélez, en la cancha de ellos. Ese día el equipo funcionó como una maquinita. Recuerdo que los diarios de Buenos Aires resaltaron la actuación del equipo. Fue el mejor partido que jugué en San Martín", dijo.

El archivo de su memoria también encuentra cuando junto a Roldán fueron tentados para jugar el antiguo Nacional, con Atlético. "Supimos que los directivos habían mostrado interés, pero luego no se concretó. No me desvivía la posibilidad de ir a jugar a la contra, por eso no me influyó en nada que la operación no se concretara. Además, en esos tiempos no era habitual que se concreten estos tipos de pases, por la rivalidad que existía", expresó.

Por último, "Chaparrito" decidió dejarle su mensaje al hincha "santo": "nunca voy a dejar de agradecerle toda la muestra de cariño que me dispensó durante mi estadía en ese club. No pierdo la esperanza de algún día volver a La Ciudadela y convertirme, aunque sea por un día, en un hincha más. Gracias y hasta pronto". El cariño de los hinchas es mutuo, "Chapulín".